jueves, 9 de julio de 2015

Tribulaciones de una botella

Desfilaban botellas por la mesa, el aguardiente quemaba la garganta de todos los que ahí bebíamos en esa copa de cristal. Sonaba una canción, yo la tarareaba, "por eso se que perderte no era quedarte sin nada, la muerte es solo la suerte con una letra cambiada. EMBUSTERA, tu corazón es una cremallera de Christian Dior", reí un rato, agarre otra cerveza, bebí lo que me quedaba de la que tenía en mi mano, la arrojé a la mesa y me senté en un lado.
-Parcero ¿Cómo esta? -dijo Camilo, un amigo- No beba tan rápido.
-No, tranquilo ¿Cómo van las cosas? Veo que sonríe a cada rato -dije yo y solté una mirada picaresca.
-Jajajajajaja, usted sabe, más bien, que esta ahí, coloque "Si es amor" de el grande, Fito Páez
-Ya, ya, ya, estoy en eso.
Puse la canción y sonó su suave melodía. Me invadió un gran pedazo de melancolía, cuantas veces no bebí solo en mi habitación, con unos audífonos escuchando esa canción, gritándola en mi mente, viendo absorto la luna. 

Me paré de la silla y bebí mi cerveza, y fui a la cocina a beber otra. Todos en la sala bebían y hablaban, el ambiente me parecía realmente sórdido, deambulaba la tristeza y se sentaba en mi silla. Llegó Camilo a la cocina y se sentó al lado mío, bebimos unas cuantas cervezas y hablamos. Pasaban y pasaban las cervezas, yo conocía el talento de escritor de él, ese talento de borracho donde solo salen palabras de amor, desamor y sexo. Agarre una servilleta y escribí un titulo, escribí un párrafo y se lo pase a él, así continuamos hasta que se acabo la servilleta.

Alcohol 

Tengamos paciencia
todo pasa, bebe que todo pasa.
estoy en blanco, como esta servilleta.
si todo lo que pasa conviene, estoy aquí, borracho, creyendo ser feliz.

¿Para qué suicidarse si podemos hundir el chisme?
Al fin, solo importa ser feliz, que seas feliz. 
Las botellas se alzan, eres feliz, soy feliz, él es feliz.

Podemos resumir la vida y sus decisiones como un juego de poker.
Y ya es de mañana, estoy aquí, con resaca, feliz; todos felices.
Algunas mentiras o planes ocultos tienen un fin lleno de amor, aquí pesa que el fin justifica los medios. Solo somos borrachos.

Una servilleta manchada de cerveza, terminamos la cerveza y fuimos a por más, llegamos y nos juntamos con los demás, todo parecía estar bien, habían cantos y risas. La tristeza paso, la vi, estaba borracha vomitando y maldiciéndome, maldiciendo el trago, me reí y agite el brazo, desapareció.

lunes, 6 de julio de 2015

Diario de un borracho pag 34

Estaba en mi habitación, todo parecía normal, estaba el techo, estaban sus vigas, sus láminas de madera, estaban las paredes, estaba el escritorio, estaba mi cama. Todo estaba ahí, todo estaba normal, en la ventana estaba la luna, estaba ahí como todas las noches, imponente, apabullándonos con su resplandor; las nubes estaban tranquilas. Siempre que veía el cielo sentía que mi vida no era mía, que mi mente, mis manos y mis pies eran ajenos, mis ojos eran prestados y estaba viviendo un sueño. En su inmensidad el cielo tiene algo de terrorífico, puedes mirarlo y te pierdes, puedes verlo y tu vida cobra un sentido, ¡SI! Un sentido, pero un sentido muy vacío, tu estas acá respirando, esta tu corazón latiendo, tu mente esta acá enamorada ¿Y QUE? Estas acá respirando, latiendo y sintiendo amor si algún sentido, estas vacío, estas hueco, eres una muñeca rusa que la destapas y no hay otra muñeca. Estas acá gritando y llorando, apretándote con la almohada la cara para que nadie escuche tus sollozos, estas perdido en la vida, estas ahogado en la vida, vives, vives y vives pero es porque estas obligado a vivir, estas obligado a llorar y sonreír, te hundes, te hundes más en la vida, te hundes y encuentras mil mentiras para vivir, pero esas mentiras bastan y te levantas, abres los ojos y ves que ya estas muy perdido en la vida, pero ya no te importa, ya tienes una esposa, unos hijos, vives por ellos, tienes tu casa, sales a caminar en la noche, encuentras a un amigo, van a beber, llegas borracho a tu casa y te preguntas ¿Alguna vez has vivido por ti? ¿Tu motivo de levantarte todos los días fue por ti? No, has vivido por lo demás, has vivido por tu mama, por tu abuela, por tu hermano, por tu novio, por tu novia, por tus amigos, por tu perro, por tu gato, por tu estudio, por tus hijos pero nunca por ti, te sientas en la butaca y miras al cielo y lloras, lloras y lloras, estas perdido, perdido en la vida.

Alguna vez, un filosofo dijo que no había pregunta filosófica más importante que el suicidio, decidir si vale la pena vivir la vida ¿Vale la pena? Si, definitivamente vale la pena vida pero no toda. Entre el transcurso de los días y las noches, llega un momento en el que el balcón, la pastillas o la pistola del viejo se convierten en un gran atractivo, miras a fondo la calle desde la ventana y piensas en tu cuerpo cayendo y estrellándose con el suelo, ves las pastillas y tratas de agarras con tu mano todas las que puedas, tu boca se saborea como si fuera el plato más delicioso, después de ese bocado estarás mejor, tal vez feliz, tal vez no.

He vivido lo que tenía que vivir y me basta, el resto, los restos de días que siguen, son solo complemento, son un extra que estoy obligado a vivir. He sentido la alegría de ver los ojos de alguien y sentirme lleno, sentirme completamente feliz, también he visto los ojos de alguien y he rogado para que mi corazón no llore, no se atragante de lágrimas y pierda los estribos en la tristeza. También he visto los ojos de alguien y he sentido la mayor compasión, las ganas de abrazar y hacer de ello algo mio, de demostrar todo mi cariño y para con ello. Me he enamorado con locura, me he desenamorado con la mayor tristeza, me he emborrachado de licor, he llorado tomado; la he pensado tomado, he tomado y he sido feliz, he gritado y cantado, me he drogado y he visto al mundo ridiculizado, los objetos deformes y creído lo irreal que puede ser todo. He visto a mi familia ser feliz y ser triste, los he visto pelear y separarse, los he visto unido. He vivido cosas que ni siquiera he querido vivir; mi abuela llorar, mi madre inundada de la peor de las traiciones, mi hermana vagando en la nostalgia, he visto la pobreza del hombre, he visto el odio y demás cosas de la gente. También he tenido sueños y los he cumplido, he estudiado y leído las más hermosas y profundas obras literarias, los más grandes personajes en una película (aunque nunca faltan, siempre ha demasiadas). Ya he vivido todo ¿Que más falta por vivir? ¿No has pensado que ya has vivido lo que tenías que vivir? Piénsalo ¿No has vivido lo suficiente y solo estas viviendo un extra?

Sigo estando ebrio, escribiendo esto como una liberación, mis palabras son libres y están revoloteando sobre este texto. Veo la ventana y miro el cielo, esta completamente nublado, maquillado con las nubes que parece un hermoso pañuelo blanco, el cielo esta hermoso, todo brilla.

jueves, 2 de julio de 2015

Gritos 3495

Escuchaba gritos, gritos y alaridos, todos de una manera constante, no tenía remedio, el alma estaba entre la tensión de una pelea en la cual solo habían gritos y más gritos; odios gritando odios. También quería gritar, grité y todo se detuvo, sentí ganas de llorar y alejarme para vomitar. Me aleje y se me acercaron, ellos con sus cabellos, ellos con sus manos, ellos con su cara, me desagradaba todo, me desagradaban ellos, solo quería estar solo ¿Y si estuviese solo? ¡No! No estaba solo, estaba ellos y sus gritos, sus gritos y yo con mis lágrimas en la cara, con ganas de esperar las vías del tren o el vértigo de la caída pero estaban ellos y sus gritos.

Todo se puso negro, no había luz alguna que penetrara en la pequeña habitación de techo de madera. Siempre veía el techo antes de dormir, me conocía todas las vigas y las laminas de madera que tenía, eran 4 vigas y 38 laminas de madera. Me acostaba y las veía, ellas me veían, me conocían yo las conocía. En cada noche, en cada encuentro yo las contaba y ellas me contaban, las veía y me queda perplejo y ellas ni se movían. Lance lo primero que vi a las vigas, no se movieron, me percate que ya no habían gritos, no habían gritos y no estaban ellos, parecía tranquilo el lugar pero escuche los alaridos y empece a saborear el sabor salado de las lágrimas, ya no estaban los gritos pero si habían llantos y sonidos de golpe, pum, pum, pum, puños chocando fuertemente con una cara. Las vigas y las láminas veían todo, veían mi cara derramar lágrimas que pasaban por mis labios y como mi lengua las acariciaba con una suave pasada, veían mis manos, mis dedos cerrándose, veían mi labio y mis mejillas impactados por mis manos. Las láminas y las vigas de madera veían todo, veían todo y no hacían nada, estaban calladas, calladas como siempre.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Declaración de un borracho

Había bebido de más, solo, viendo la luna por las rejas de mi ventana, la luz penetraba y alumbraba mi habitación decorada por botellas de cerveza vacía regadas por el suelo, recordando a unas cuantas mujeres que en realidad quise, que quiero pero tal cual es la senda de un fracasado, fracasé en ello. Me acordé de una mujer en especifico, me acordé de su pelo, de las imperfecciones de su cara que me encantaban, los hoyuelos que se hacían en sus mejillas cuando sonreía. Ella es muy particular, tiene un sentido soso por la vida, entiende el vacío que nos produce levantarnos cada mañana y sufrir una serie de desgracias y alegrías para que al final termine acostada con los ojos cerrados y la mano en los pechos en un mórbido ataúd. Tal vez como a mi, nos resultaba poco imprescindible la acción de vivir y como yo, los dos buscábamos escapes, cosas que nos hicieran olvidar por un momento lo miserable que era nuestra vida. Somos unos fracasados, estamos en túneles obscuros buscando la luz, luz que solo termina siendo la verdad universal para todos, la única verdad, la muerte. Ciegos ante esto, buscamos la manera de no pensar que estamos en este túnel, solo tratamos de olvidarnos de ello por unos cuantos minutos. en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida.”exclamaba Castel encerrado en una prisión. Ella es una mujer excepcional y fue su manera de pensar lo que me sedujo a escribir lo que colocaré a continuación:
“No se como empezar a escribir esto, ni siquiera en mil años sabré como escribirlo y es que son cosas que escribo mientras mi cabeza es medianamente feliz (esa felicidad que usted sabe; el trago)
Pensar me agobia, como me imagino que a usted la agobia, por eso he decidido dejar de pensar, dejar de angustiarme por tantas y miles de cosas; cosas que resultan estúpidas al pasar del tiempo, pero que ahora como nunca me entristecen de sobremanera, me hacen sentir lo peor cientos de veces. Por eso he decidido decirle a usted tantas cosas que estando sobrio jamás las habría dicho -¿Por que? Porque soy un imbécil, un fracasado- entre miles de personas usted para mi siempre va sobresalir, usted medianamente me entiende, me alegra saber que hay alguien como usted, me hace feliz no ser el único idiota. Me resulta encantadora. Tantas veces la soñé, la imaginé y la vi, siendo usted, usted en su manera más simple, solo usted, esa usted que me encanta. 
Mire, me vale mierda lo que diga, jódase, más bien solo quería decírselo, me encanta, me encanta, me encanta usted, así lo es, siempre lo pensé. Como de pueril es la vida, es mi encanto por usted y así lo desearía que fuera, que fuera una bobada ¿Pero cómo hacerlo? Si que usted es usted, no puedo tomarlo como eso, no puedo decirme: ya no la quiero.
Usted, usted y solamente usted, la sueño, la pienso y soy feliz por usted, por bobadas como usted.”
¿Qué paso después? No se si fue un fracaso, aún no lo entiendo, no se que es. Claro, aún la pienso, aún la sueño, aún me encanta y con gusto me tragaría ese veneno que es usted.

martes, 19 de mayo de 2015

Diarios de un borracho, pag 33

De repente, me levanto del suelo, me quito los audífonos, trato de acomodar mis pasos con las baldosas, consigo dar unos pasos correctamente, veo la luz de la luna como alumbra mi habitación. Me acordé donde había dejado aquellas cartas, abro los cajones y las encuentro, un de hojas salen apresuradamente. Recuerdo muy bien esa hoja, era una hoja blanca tamaño carta y sobre ella nuestras iniciales pintadas, la mía de color verde y la de ella de un anaranjado muy maltoso. Veo un carnet de ella, veo su rostro, su cara alegre, su sonrisa dibujándose entre sus dos cachetes, sonrío un rato, creí verla al frente mío, no, era solo un carnet. Sigo mirando dentro de la bolsa, encuentro un corazón de arcilla que en sus dos extremos tenía nuestros iniciales, me pasmo un rato viéndolo, no lo entiendo aún, lo arrojo por la ventana y alcanzo a divisar como se parte cuando choca con el cemento del edificio de al lado, no lo hubiera arrojado pensé, maldita sea, no lo hubiera arrojado. 

Leí meticulosamente cada carta y en cada una recordaba el momento en que me la daba, las situaciones que pasaron, lo que quería decir la carta, lo que conversamos con ella en cada carta. Todo el jodido tiempo pasa y sigo encarnandola en mis borracheras, resucitandola en cada sorbo, en cada trago, que irónicamente tomo para que la pueda olvidar ¿Qué es la vida? ¿Qué es el amor? Acaso alguno de ustedes me puede afirmar si en serio ha amado a alguien en su vida, y si es así que me explique porque esta tan seguro de que eso que él o ella llama es amor, acaso Romeo amó a Julieta o ella en realidad amó a Romeo ¿Quien es Shakespeare para definir el amor? Que se joda él, que se jodan ellos, no amaron a nadie más que a la muerte, en ella encontraron el descanso eterno, como Sísifo la busco, como Prometeo la deseó. Yo, ustedes, vosotros, ellos, todos, nos levantamos de aquella almohada tranquila y triste, de aquella tabla de aquella piedra, vemos el sol surcar el cielo hasta que llega la noche, vemos la luna relevarlo, nos levantamos y camelamos día a día, siguiendo nuestra absurda vida, un destino tormentoso, nublado y soleado, persiguiendo el sueño inalcanzable de la felicidad, de la paz, del amor, corremos por corredores atravesando corazones, sentimientos, personas, profesiones, corremos más y más, creyendo ser felices, corremos creyendo alcanzar algo, si, si vamos a alcanzar algo, si van a alcanzar algo, si hay un final, !JA¡ No es la felicidad, no es la alegría, no, es la muerte, corremos tratando de escapar de ella, corremos alejándonos sin darnos cuenta de que llegamos a ella, señora tu, diosa del monte Olimpo. En verdad, en verdad vosotros se levantan día a día no buscando la felicidad, buscan morir cada día, buscan morir con el sueño, buscan desperecer un momento, no buscamos la felicidad, no buscamos el amor, buscamos la muerte.
Me levante, leí todas sus cartas, el pesimismo me acogió, seguí bebiendo esa noche, brindando con ella, la escuchaba reír, la escuchaba, vagamente creía que estaba ahí a mi lado, no había nadie, solo estaba yo abriendo cerveza tras cerveza, absorto mirando las cartas, mirando su rostro en ese carnet, la amé, la amo, sentí que la había amado, sentí algo aparte de mi nostalgia.